domingo, 28 de junio de 2020

Plenitud en tiempos de COVID-19 (Parte II)

Cuando inicié este blog hace 1 mes. Me preguntaba cómo se puede conversar respecto la Plenitud en estos tiempos que, aunque suene a cliché, son difíciles. Han pasado varios momentos coyunturales.


En el escenario económico, el gobierno federal en México ha implementado el paquete de lineamientos técnicos de seguridad sanitaria en las empresas, conocidos como Nueva Normalidad, con ellas (o sin ellas) muchos negocios reabrieron sus puertas el 1ro de junio. Como parte de las medidas se anunció el Semáforo de Riesgo Epidemiológico. La curva nacional de casos confirmados no parece aplanarse.

Casos Confirmados 28_06_2020 https://coronavirus.gob.mx/datos/
La reapertura viene con diferencias entre los lineamientos de los diferentes gobiernos, ya sea Federal o Estatal. En términos generales, parece claro que las medidas son con el fin de mitigar los contagios. Las empresas se adaptan a los diferentes requerimientos. Cada industria tiene que identificar aquellas medidas que le aplican. Así, muchas personas regresan a sus trabajos.

En el escenario familiar se da el fin del año escolar. Al igual que para las empresas, hay una serie de indicaciones que van cambiando las decisiones que las familias e instituciones educativas van tomando. ¿cómo será el próximo ciclo escolar? ¿seguiremos con las clases en línea? ¿se dará un regreso escalonado? ¿Cómo se ajustarán las necesidades laborales a los calendarios escolares? Aún no lo sabemos. Pero, lo importante en este momento es que se terminó el ciclo. 

Se dieron las graduaciones, muchas en línea, virtuales. En Monterrey unos estudiantes celebraron su graduación en Minecraft.

La creatividad para celebrar el fin del año escolar ha generado una gran variedad celebración, tanto por vídeo y en caravana de autos.

Me tomé un tiempo para platicar con mi hija de nueve años respecto cómo ha vivido esta contingencia. Me decía que al principio fue una sorpresa, se tuvo que adaptar, tenía preguntas. Con el tiempo fue encontrando maneras de conectar con sus amigas y sus primas. Ahora sabe cómo realizar vídeo llamadas y compartir juegos en línea. Ha reconectado con amigas, de quiénes ha aprendido muchas cosas, como editar dibujos que bajan de Internet, y realizar animaciones sencillas tipo “stop-animation”. ¡Tiene 9 años, y durante la contingencia aprendió a realizar animaciones! 

No ha sido fácil para nadie, pero las niñas y los niños se han ido adaptando, utilizando la tecnología para aprender cosas nuevas. La tecnología ha sido esencial, no solamente la conectividad, sino también el hardware y software. Veo a nuestras hijas e hijos utilizando las herramientas a su disposición para enfrentar la pandemia. Pero no se quedan en sobrellevar, están desarrollando habilidades, están fortaleciendo nuevas maneras de socializar. La convivencia se da entre el juego y el aprendizaje, Entre compartir un momento platicando y compartir conocimiento nuevo. Están siendo resilentes.

Por mi parte, he sido sumamente privilegiado. Trabajar desde casa me ha permitido estar para mi hija, claro no sin altibajos, hemos estado creciendo juntos. Hoy, puedo compartir desayuno, comida y cena con mi familia. Antes, en la oficina uno se tomaba una pausa para ir a servirse un café, en el camino saludas a algún compañero de trabajo. Hoy, me sirvo un café y le doy un “High Five” a mi hija, le pregunto cómo va su día, y regreso a mi trabajo. Hoy, tengo el privilegio de trabajar mientras escucho su voz respondiendo a la maestra, platicando con sus amigas o sus primas, y lo mejor de todo, trabajo mientras escucho su risa.

Escribo consciente de los reportes respecto el incremento de la violencia familiar, de los miles, quizá millones de personas que han visto sus ingresos reducidos, quizá incluso desaparecido por la falta de trabajo, la reducción de horas, o el despido. Hay personas que ya quieren regresar a la oficina, no pueden con el encierro. Aun para quienes hemos tenido el privilegio de contar con un empleo estable, ha habido retos. Tenemos que continuar adaptándonos, creciendo, no solamente a pesar de la pandemia, también debido a la pandemia.


No es una situación de ver el vaso medio vacío o medio lleno, es una situación de estar abiertos a esta experiencia inesperada, que nos llena de incertidumbre. Tener apertura ante la experiencia implica reconocer esos sentimientos y pensamiento desagradables, sí, los que no quisiéramos reconocer, como nuestros miedos, nuestra frustración, impaciencia, incluso nuestra tristeza. Pero también, la apertura a la experiencia, como nuestras hijas e hijos, nos permitirá aprender nuevas formas de trabajar, de mantener, y mejor aún, incrementar nuestra productividad. La apertura a la experiencia nos permitirá encontrar en la incertidumbre nuevas maneras de hacer que la cosas sucedan, estamos ante la oportunidad de innovar, de revolucionar el trabajo en nuestro país. Hay oportunidades esperando ser descubiertas. 

En la oscuridad de la noche, en su paz nocturna, reanimamos nuestra fuerza interior, para recibir el mañana con ímpetu creador.

sábado, 20 de junio de 2020

Día del Padre, Nuevas Masculinidades y Pandemia.

Desde hace un par años he tomado como práctica personal, en las fechas cercanas al día del padre realizar una introspección respecto al machismo. Me refiero a mi machismo. Me pregunto si soy un padre presente emocionalmente. ¿replico los modelos de paternidad desde el machismo controlador y distante? ¿soy un padre presente, empático, disponible?

Soy padre de una niña, así que este día me pregunto que tan buen padre soy. Es difícil contestar, particularmente cuando se trata de balancear entre enseñarle a vivir valores y desarrollar capacidades. Por ejemplo, ¿es la disciplina un valor o una capacidad? Racionalmente no hay duda de que la disciplina es una capacidad muy importante para lograr nuestros objetivos en la vida. Sin embargo, a veces me doy cuenta de que emocionalmente mi aproximación es como si se tratara de un valor ético. Aunado a la reflexión formativa, me pregunto si el estilo que utilizo para desarrollar la disciplina en mi hija es un estilo machista, en el que el hombre tiene la única razón. Espero estar haciendo buen trabajo en este sentido, ya que en casa se refuerzan las siguientes nociones: 1) En nuestra casa, la autoridad es mamá y papá, somos ambos, ninguno de los dos tiene más poder; 2) Las labores del hogar es responsabilidad de los tres. Pero mucho más importante que estas reflexiones, es ¿mi hija se siente amada? ¿mi hija se siente segura de sí misma? ¿mi hija sabe, lo siente en todo su ser, que puede confiar en papá?

Este año, el día del padre es diferente. Debido a dos eventos muy importantes en nuestras vidas. El primero de índole personal y profesional. Hace poco más de año, cambiamos nuestro lugar de residencia debido a mi trabajo. Ya que el cambio tenía que llevarse a cabo en el mes de marzo de 2019, decidimos que la familia vendría hasta terminado el año escolar. Lo cual implicó cuatro meses de vivir en ciudades distintas. Implicó perderme el fin cursos de tercer año, implicó no estar juntos el día de las madres, ni el día del padre. En ese día, mi hija y yo intentamos realizar una vídeo llamada en la cual terminamos llorando. No podía hablar, ambos estamos llenos de lágrimas.

Hoy, estamos juntos. Es media noche, mientras escribo mi hija duerme en su cama en el cuatro contiguo. Hemos pasado los últimos 3 meses en casa. Ambos trabajando desde nuestras computadoras. Ella en su escuela con clases en vídeo llamada y pre-grabadas. ¡Creo que ella tiene mayor resistencia a las vídeo conferencias que yo! Ha sido un gran esfuerzo.

La pandemia ha permitido que podamos compartir desayuno, comida y cena, con pocos apuros, administrando nuestro tiempo. Durante las pausas de trabajo puedo acercarme, preguntar cómo va su mañana, o simplemente hacer un “High Five”. En los primeros días de la contingencia, cuando la escuela se estaba adaptando a esta nueva realidad, ella se sentaba en su mesa a un costado de mi escritorio. Ella en sus matemáticas, yo en mis reportes. Sí, con sus altibajos, le requirió madurar, incrementar su atención y concentración. A mi también me ha costado, he tenido que trabajar en ser mucho más paciente. 

Durante la contingencia “me voy más tarde a trabajar y salgo más temprano”. Para nosotros es así, cuando efectivamente puede ser que trabajo más horas. Al ser eliminados los tiempos de traslado, podemos pasar más tiempo juntos. Cierto que de cualquier manera paso mucha parte del día en mi oficina, en mi home office. Pero hay una sensación de tranquilidad que encuentro al saber que el otro cuarto, en el piso de abajo, está ni hija. Escucharla reír mientras juega, mientras ve algún programa que disfruta. Escucharla jugar con los gatos, o cantar mientras se toma un baño.

Padre e Hija

Cada día del padre es una oportunidad de reflexión. De encontrar las fortalezas que logrado cultivar, e identificar dónde me falta poner abono, mover la tierra, o dar un poco agua. Este día del padre disfruto de escuchar la risa de mi hija mientras trabajo. No hay mejor música para los oídos.


sábado, 13 de junio de 2020

3 Claves para la Felicidad en el Trabajo



De acuerdo con el modelo de bienestar desarrollado por Martin Seligman, hay 5 componentes que contribuyen al Florecimiento humano. Los cuales son: Emociones Positivas (felicidad); Participación o Flow; Relaciones Positivas; Significado; Logro.

https://www.iepp.es/modelo-perma/

En el trabajo, conseguir un estado de felicidad es una tarea complicada. Ser feliz significa diferentes cosas para diferentes personas. Aunque podemos acordar en una definición, lo que necesita para ser feliz será muy diferente de persona a persona. Más aún en el trabajo.

Una reflexión que procuro plantear a mis equipos de trabajo es ¿para qué estamos en este trabajo? el por qué ya lo sabemos; necesitamos dinero. Sin embargo, podríamos obtener dinero de muchas otras maneras. Cambiar la pregunta a ¿para qué? permite expresar los Objetivos y Anhelos de la persona. En mi experiencia, estos los podemos dividir en tres categorías.


Remuneración

Mencionamos que el dinero responde a la pregunta ¿por qué trabajamos? Pero profundicemos en lo que el dinero significa. No es solamente un tema de ambición para ganar estatus social. El dinero nos permite lograr objetivos personales muy profundos, como “ser un buen padre” o “ser una persona responsable y autosuficiente”.

En mi caso, es muy importante darle a mi hija los recursos y oportunidades para que desarrolle su potencial. A veces esto significa pagar una escuela privada y clases extracurriculares. Como le gusta la música, implica comprar instrumentos o accesorios musicales. Como pareja, pienso en el retiro, en el futuro como adultos mayores. Así que una parte importante de nuestros recursos económicos son destinados a esos dos rubros.

El trabajo no solamente es remunerado con el salario. También existen agregados financieros, que depende de cada empresa. Por ejemplo, vales de despensa o gasolina, fondos o cajas de ahorro. Aunque por ley los aguinaldos, pago de utilidades y vacaciones son obligatorios, en algunas empresas ofrecen más de lo estipulado. Así mismo, los planes médicos, y beneficios adicionales como guardería o acceso a un club. Todo esto es parte de la remuneración, e influyen en la percepción de bienestar que tenemos.  

Desarrollo Profesional

El logro de objetivos profesionales nos da un sentimiento profundo y duradero de éxito. El desarrollo profesional tiene dos dimensiones:

Logros Inmediatos

Tener logros en nuestras actividades diarias, así como en los proyectos asignamos es una manera de mantener un estado mental optimista. De aquí la importancia crítica de apoyar a nuestros colaboradores para que logren sus objetivos diarios, semanales y mensuales.

Largo Plazo

Una carrera profesional no se construye de la noche a la mañana. Se construye con pequeños logros que se van acumulando de manera exponencial. Logro y aprendizaje van construyendo el desarrollo de las habilidades que se requieren para llegar a la cima.

Un mantra personal es: Si no hay logro hay aprendizaje. Lo más desmotivador para mi es un fracaso sin aprendizaje. Pues, si bien es cierto no puedes ganar todas las partidas, siempre puedes ganar algo. Ese algo es la experiencia.

Camaradería Laboral

Hablar de amistad en el trabajo es un tema complicado. Sin embargo, es fundamental considerar que pasamos por lo menos 8 horas de nuestro día a día con personas de nuestro trabajo.

Hay personas que tienen la opinión de que al trabajo se viene a trabajar y no hacer amigos. No se puede forzar una amistad, en el sentido universal de la palabra. Pero la investigación realizada por la Psicología Positiva nos muestra una y otra vez que las relaciones positivas son una fuente de bienestar.

Los equipos de trabajo donde existe una sana camaradería fomentan la sensación de apoyo y pertenencia. Formar parte de un equipo donde existe el buen humor, se es productivo, hay un apoyo mutuo, empatía y solidaridad, permite conservar una mentalidad optimista.

En conclusión, la Remuneración y el Desarrollo Profesional contribuyen a las dimensiones de la Participación o Flow y al Significado. Ya que la remuneración nos permite satisfacer necesidades básicas, así como lograr objetivos y anhelos profesionales. El Desarrollo profesional nos permite sentirnos comprometidos con nuestra carrera profesional. La Camaradería Laboral contribuye a las Relaciones Positivas. El conjunto contribuye a generar emociones positivas respecto a nuestro trabajo.

 

Bibliografía

Seligman, Martin E.P. Flourish: A visionary new understanding of happiness and well-being. Atria Paperback. New York, NY. 2011

Castro, S. (2020, Febrero 18). Modelo PERMA. Recuperado de https://www.iepp.es/modelo-perma/

 


domingo, 7 de junio de 2020

Imagina que eres un jardín

Un Jardín que puede tener una gran variedad de plantas ornamentales. Puede ser un huerto donde cultivas árboles frutales, verduras, y legumbres. O puede ser que en tu jardín tengas un poco de todo. Tú decides.

Necesitas semillas que plantar y herramientas como picos especiales, palas, rastrillos, abono para plantas, tierra especializada. Necesitas preparar la tierra. Si no tienes una extensión de tierra, pero sí un patio, necesitarás macetas de diferentes tamaños. Tu Jardín quizá iniciará con una o dos plantas, o quizá decidas plantar varias a la vez y cuidar de todas.

Quizá quieras que tu Jardín sea un homenaje a la belleza de la naturaleza y una expresión de tu sensibilidad artística; será un Jardín para apreciar y disfrutar. Quizá prefieres un Jardín cómodo para descansar o meditar, para tener una buena conversación, por lo que tendrás árboles que den sombra, algún techo y bancas, incluso una fuente. Quizá prefieres un huerto que te de fruta y verdura para nutrir a tu familia, de ahí tomarás lo que necesitas para preparar tus alimentos.

Quizá quieres un espacio que te de sombra, pero también algunas frutas y verduras. Además de tus flores favoritas para deleitarte con su belleza. Es decir, un Jardín para muchos propósitos.

Dependiendo de tus preferencias, de lo que te gustaría que ese jardín te dé, necesitarás darle cuidados específicos. Tu Jardín y el mío necesitarán de diferentes estrategias y rutinas para su mantenimiento y florecimiento. Quizá coincidamos en algunos puntos, quizá serán muy diferentes. Aún así, podremos compartir experiencias, aunque lo que a ti te funcione no necesariamente me funcione a mí, seguramente ambos nos enriqueceremos al compartir nuestros logros.

Todo Jardín necesita de cuidado, de trabajo constante, bien enfocado con una estrategia. Necesitamos elegir las semillas de acuerdo con la tierra y el ambiente, de acuerdo con nuestros conocimientos y capacidades. Sobre la marcha podremos añadir, realizar ajustes y cambios.

No importa el tipo de jardín, existen principios básicos que tenemos que seguir si realmente queremos que florezca.

Todo Jardín necesita de cuidados específicos. Cada planta o árbol requiere de cierta cantidad de agua, sol y abono, a ciertos intervalos de tiempos, ni mucho ni poco. Por ejemplo, demasiada agua puede ahogar nuestras plantas. Demasiada presión en el chorro de agua puede desenterrar las raíces o dañar las hojas. Los mismo ocurre con el sol. La falta o exceso de sol, agua y abono puede arruinar nuestro trabajo.

Todo Jardín necesita limpiarse. Cortar la hierba mala, quitar las hojas secas, fumigar, espantar las aves que pueden dañarle, eliminar las plagas que le puedan destruir. Necesitamos implementar los cercos necesarios, utilizar los pesticidas adecuados, techos y demás estrategias para mantenerlo en buen estado y floreciendo.

Habrá insectos y aves que lleguen a nuestro Jardín, algunos de ellos realizarán actividades esenciales para la vida, como la polinización. Los insectos y las aves son pensamientos y emociones que tendríamos que aprender a distinguir si pueden ayudar al equilibrio de nuestro Jardín, o si por el contrario únicamente traerán plagas, y nos someterán, nos llevarán a únicamente prestarles de manera destructiva, descuidando el resto de nuestro Jardín.

Finalmente, siempre es importante considerar que puede ser que después de todo el cuidado y empeño algunas plantas mueran, o tengan un desarrollo lento, quizá diferente al esperado. Probablemente necesitemos de cuidados especiales por algún periodo de tiempo.

Habrá momentos en que un grupo de aves estén acechando, picoteando aquí o allá. Quizá no sean aves, quizá alguna plaga. Verteremos nuestros esfuerzos en deshacernos de ello. Pero hay que estar atentos a no descuidar el resto del Jardín, pues cuando alguna de nuestras plantas tiene dificultades, con toda seguridad habrá otras floreciendo, cuyos frutos podremos disfrutar.

Puede ser que todo nuestro jardín se venga abajo, no por nuestro descuido, sino por alguna tormenta o plaga que llegue a la región. Quizá todo se venga abajo porque no supimos cómo cuidarle, o quizá no teníamos el conocimiento correcto. No importa, lo que quedaría en esos casos es la tierra y nuestra experiencia. Ya lo hicimos una vez y lo podremos hacer de nuevo. Si eso sucede, sabremos qué trabajo se requiere, cómo se hace, sabremos qué herramientas necesitamos, y qué ayuda pedir.

Tener un Jardín próspero requiere de conocimiento, de estrategia, de práctica, de intentar una y otra vez, de constancia. Imagina que eres un Jardín, en el que tú eres quién le cuida, el responsable de nutrirlo y hacerle florecer. Vendrán diferentes situaciones de fuera, ideas, emociones o incluso personas que quieren aprovechar lo que has construirlo hasta dejarte seco. Quizá, incluso pudieran llegar alguna situación extraordinaria que te derribe, pero siempre podremos reconstruir nuestro Jardín. Si es así, cierto, quizá tome esfuerzo y ayuda externa. Ayuda de tus familiares, amigos, colegas, incluso quizá de profesionales de la salud.

Por otro lado, cuando esas plagas, esas aves, o esas tormentas lleguen, recuerda que seguramente todavía tendrás plantas dando flores, árboles dando sombra, raíces dando frutos, nuestra mirada también debe estar sobre las partes sanas y fuertes, pues de ellas necesitamos para enfrentar cualquier situación.

Conoce tus fortalezas.