lunes, 25 de mayo de 2020

La Plenitud en tiempos de COVID-19

En estos momentos es inevitable escribir sin mencionar la Pandemia.

El personal médico han sido héreos verdaderos durante esta Pandemia. Crédito Imagen: https://www.pngfuel.com/free-png/gxyzz
Cómo podría escribir sobre bienestar, felicidad, plenitud sin hacer si quiera alusión a este momento histórico, momento del cual no sabemos que resultará. Hay quienes se aventuran a realizar predicciones, esbozar escenarios, unos más plausibles que otros. Considero que la realidad post-COVID19 será diferente para diferentes grupos o sectores de la sociedad. Cuáles sectores comerciales serán afectados permanentemente, qué sectores crecerán, qué empresas se adaptarán y cuáles cerrarán sus puertas. No lo sabemos con certeza y es precisamente esta incertidumbre lo que puede afectar la visión de nuestro futuro en el ámbito personal.

En 1943 Abraham Maslow propuso su Teoría sobre la motivación humana, en ella al hablar de las necesidades de seguridad afirmaba que en nuestra sociedad actual las personas no las tienen como motivadores activos, ya que la sociedad mantenía a la mayoría de las personas a salvo del crimen, la tiranía y algunos factores medioambientales. Sin embargo, Maslow reconocía que, para ver directamente estas necesidades, tendríamos que voltear la mirada hacia los sectores menos privilegiados en términos económicos y sociales, o lo que inglés se conoce como “economic and social underdogs” 1. También expuso que, en situaciones de emergencia como enfermedad, catástrofes naturales, guerra, entre otras situaciones desafortunada, estas necesidades se movilizarían.

  

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La satisfacción de las necesidades que nos llevarán a la Plenitud, al menos en parte dependen de factores externos, como es el caso que menciona Maslow. Hoy, ante la pandemia del COVID-19 hay personas que han perdido no solamente la seguridad laboral, sino que han visto sus ingresos reducidos, en algunos casos han dejado de percibir un ingreso estable y en otros más han perdido su empleo. Esto sin culpa de su parte. Los que aún conservamos el empleo e ingresos ¿estamos seguros de que así seguirá siendo? ¿tendremos tiempo de planear, de buscar alternativas? ¿deberíamos estar buscando alternativas? Hay muchas variables que determinarán las respuestas a estas preguntas. Lo que todas las personas compartimos es que experimentamos un grado de incertidumbre, el cual causa diferentes grados de ansiedad.

        Los factores que pueden influir a la ansiedad cambiarán de persona a persona, pero en términos muy generales, podemos considerar dos tipos de dos categorías:

        Red de Apoyo: familiares, amistades, colegas que podrían proporcionar diferentes tipos de apoyos en caso de requerirlo. Ya sea contribuyendo al cuidado de hijas e hijos (en caso de tenerlos), apoyo económico o en especie, o bien algún otro tipo de soporte social. La Red de Apoyo, como se puede apreciar es un factor externo que se vincula a los recursos que tienen disponibles las personas más cercanas a nosotros. Esto es un factor de suma importancia, ya que como lo menciona Seligman (2011)2 las otras personas son el mejor apoyo para levantarte después de una caída en la vida. Para Seligman, no se trata únicamente de recibir de los otros algún tipo de ayuda, sino que también es a través de actos de bondad que nos protegemos contra la infelicidad.

        Inteligencia Emocional: para efectos de este texto tomaremos dos aspectos de la IE, que son el autoconocimiento y la regulación emocional. Aunque cada aspecto podría ser elaborado en un libro. Dado que el autoconocimiento ha sido tema de estudio por miles de años, es un factor de suma importancia, especialmente ya que sin esta destreza no podremos reconocer el nivel de ansiedad o estrés que pudiésemos sentir, y en consecuencia podríamos estar tomando decisiones poco productivas. Por otra parte, el desarrollo y fortalecimiento de nuestra habilidad de autorregulación emocional nos permitirá tomar decisiones no al calor de una emoción, sino considerando factores importantes de nuestro contexto. Por ejemplo; el poco autoconocimiento nos puede llevar a no reconocer el nivel de nuestro estrés, nos podría llevar a minimizarlo, y no reconocer que necesitamos apoyo. Por otra parte, la poca autorregulación podría llevarnos a sumergirnos en el pánico y no reconocer que contamos con una familia, amistades o colegas que podrían brindar la ayuda que necesitamos, quizá incluso en el pánico activamos reacciones de heroísmo infundado tratando de resolver cualquier situación sin ayuda, generando situaciones de estrés.

        No creo en las recetas para la felicidad, ni en las listas de los pasos definitivos para hacer frente a las situaciones que hoy se nos presentan. Sin embargo, estoy convencido de que existen estrategias que pueden contribuir a reducir nuestro nivel de ansiedad ante la incertidumbre, fortalecer los lazos positivos familiares, con amistades y colegas. Aún con el distanciamiento social, a través de llamadas, vídeo llamadas, o chat, podemos fortalecer los lazos positivos.

        Este fortalecimiento se puede dar a través de realizar actos de bondad. Estos actos de bondad no necesariamente implican dinero o bienes materiales, puede ser algo tan sencillo y profundo como escuchar a alguien, brindar nuestra atención para escucharle. Quizá, si tenemos la posibilidad, sí pudiera implicar algún tipo de apoyo económico o de otra índole. Finalmente, las prácticas contemplativas o meditativas pueden contribuir a tu bienestar. No es necesario que realices una práctica específica. También buscar la enfocarte en alguna afición, en algo que disfrutas en casa pueden ayudar mucho.

        Extiende la mano, ayuda a alguien. En caso de requerirlo, pide ayuda. Recuerda abrir tu mente y aprender algo nuevo durante tu día. Tómate un respiro, pues como bien dice el dicho, lo único constante es el cambio.

 

Bibliografía

1 Maslow, Abraham. A Theory of Human Motivation. Psychological Review. 1943. Estados Unidos: Martino Publishing, 2013.

2Seligman, Martin. Flousigh: A visionary new understanding of happiness and well-being. Estados Unidos: Atria Paperback, 2011.

Crédito Imágenes: www.pngfuel.com


1 comentario:

  1. Esta pandemia nos ha separado físicamente, pero nos ha unido espiritualmente. Nos ha demostrado que no hagamos planes ni nos preocupemos por el futuro. Vivamos el hoy, sabiendo que el futuro depende de Dios. Pero también nos ha enseñado que nuestra salud depende de la del hermano que está a la par. Para estar protegido yo, tengo que protegerlo a él

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