En estos
momentos es inevitable escribir sin mencionar la Pandemia.
En 1943 Abraham Maslow propuso su Teoría sobre la motivación humana, en ella al hablar de las necesidades de seguridad afirmaba que en nuestra sociedad actual las personas no las tienen como motivadores activos, ya que la sociedad mantenía a la mayoría de las personas a salvo del crimen, la tiranía y algunos factores medioambientales. Sin embargo, Maslow reconocía que, para ver directamente estas necesidades, tendríamos que voltear la mirada hacia los sectores menos privilegiados en términos económicos y sociales, o lo que inglés se conoce como “economic and social underdogs” 1. También expuso que, en situaciones de emergencia como enfermedad, catástrofes naturales, guerra, entre otras situaciones desafortunada, estas necesidades se movilizarían.
La satisfacción de las necesidades que nos llevarán a la Plenitud, al menos en parte dependen de factores externos, como es el caso que menciona Maslow. Hoy, ante la pandemia del COVID-19 hay personas que han perdido no solamente la seguridad laboral, sino que han visto sus ingresos reducidos, en algunos casos han dejado de percibir un ingreso estable y en otros más han perdido su empleo. Esto sin culpa de su parte. Los que aún conservamos el empleo e ingresos ¿estamos seguros de que así seguirá siendo? ¿tendremos tiempo de planear, de buscar alternativas? ¿deberíamos estar buscando alternativas? Hay muchas variables que determinarán las respuestas a estas preguntas. Lo que todas las personas compartimos es que experimentamos un grado de incertidumbre, el cual causa diferentes grados de ansiedad.
Los factores que pueden influir a
la ansiedad cambiarán de persona a persona, pero en términos muy generales,
podemos considerar dos tipos de dos categorías:
Red
de Apoyo: familiares, amistades, colegas que podrían proporcionar
diferentes tipos de apoyos en caso de requerirlo. Ya sea contribuyendo al cuidado
de hijas e hijos (en caso de tenerlos), apoyo económico o en especie, o bien
algún otro tipo de soporte social. La Red de Apoyo, como se puede apreciar es
un factor externo que se vincula a los recursos que tienen disponibles
las personas más cercanas a nosotros. Esto es un factor de suma importancia, ya
que como lo menciona Seligman (2011)2 las otras personas son el
mejor apoyo para levantarte después de una caída en la vida. Para Seligman, no
se trata únicamente de recibir de los otros algún tipo de ayuda, sino que
también es a través de actos de bondad que nos protegemos contra la
infelicidad.
Inteligencia
Emocional: para efectos de este texto tomaremos dos aspectos de la IE, que
son el autoconocimiento y la regulación emocional. Aunque cada aspecto podría
ser elaborado en un libro. Dado que el autoconocimiento ha sido tema de estudio
por miles de años, es un factor de suma importancia, especialmente ya que sin
esta destreza no podremos reconocer el nivel de ansiedad o estrés que
pudiésemos sentir, y en consecuencia podríamos estar tomando decisiones poco
productivas. Por otra parte, el desarrollo y fortalecimiento de nuestra
habilidad de autorregulación emocional nos permitirá tomar decisiones no al
calor de una emoción, sino considerando factores importantes de nuestro
contexto. Por ejemplo; el poco autoconocimiento nos puede llevar a no reconocer
el nivel de nuestro estrés, nos podría llevar a minimizarlo, y no reconocer que
necesitamos apoyo. Por otra parte, la poca autorregulación podría llevarnos a
sumergirnos en el pánico y no reconocer que contamos con una familia, amistades
o colegas que podrían brindar la ayuda que necesitamos, quizá incluso en el
pánico activamos reacciones de heroísmo infundado tratando de resolver
cualquier situación sin ayuda, generando situaciones de estrés.
No
creo en las recetas para la felicidad, ni en las listas de los pasos
definitivos para hacer frente a las situaciones que hoy se nos presentan. Sin embargo,
estoy convencido de que existen estrategias que pueden contribuir a reducir
nuestro nivel de ansiedad ante la incertidumbre, fortalecer los lazos positivos
familiares, con amistades y colegas. Aún con el distanciamiento social, a
través de llamadas, vídeo llamadas, o chat, podemos fortalecer los lazos
positivos.
Este fortalecimiento se puede dar
a través de realizar actos de bondad. Estos actos de bondad no necesariamente
implican dinero o bienes materiales, puede ser algo tan sencillo y profundo
como escuchar a alguien, brindar nuestra atención para escucharle. Quizá, si tenemos
la posibilidad, sí pudiera implicar algún tipo de apoyo económico o de otra
índole. Finalmente, las prácticas contemplativas o meditativas pueden
contribuir a tu bienestar. No es necesario que realices una práctica
específica. También buscar la enfocarte en alguna afición, en algo que
disfrutas en casa pueden ayudar mucho.
Extiende
la mano, ayuda a alguien. En caso de requerirlo, pide ayuda. Recuerda abrir tu
mente y aprender algo nuevo durante tu día. Tómate un respiro, pues como bien dice
el dicho, lo único constante es el cambio.
Bibliografía
1 Maslow, Abraham. A Theory of Human
Motivation. Psychological Review. 1943. Estados Unidos: Martino Publishing,
2013.
2Seligman, Martin. Flousigh: A
visionary new understanding of happiness and well-being. Estados Unidos: Atria
Paperback, 2011.
Crédito Imágenes: www.pngfuel.com
Esta pandemia nos ha separado físicamente, pero nos ha unido espiritualmente. Nos ha demostrado que no hagamos planes ni nos preocupemos por el futuro. Vivamos el hoy, sabiendo que el futuro depende de Dios. Pero también nos ha enseñado que nuestra salud depende de la del hermano que está a la par. Para estar protegido yo, tengo que protegerlo a él
ResponderEliminar